Hace muchos años Calderón de la Barca dijo que "la vida es un sueño", y qué razón tenía, que razón.
"Soñé". Todo ocurrió tan deprisa, que cuando te diste cuenta todo acabó, se apagaron las luces. Y soñe, con una alegría, soñé con una ilusión, soñé que nunca se apagarían, las luces de esta emoción. Estuvo bien la función, todo el mundo había interpretado bien su papel, nos gustaron esos mimos. Y soñe, con una alegría, soñé con una ilusión, soñé que nunca se apagarían, las luces de esta emoción.
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