En esta canción se nos habla de la dicotomía de la vida, lo bueno y lo mano y lo que hay que escoger.

 

"La bella canción".

Déjame que llegue al sol, rodeado de nubes de color,
Surcando el cielo azul, en un torbellino de algodón.

Deja a las ninfas sonreir, deja a las plumas levitar.

Sube una y otra vez, por aquí no existe el fin.
Una lluvia de colores nos empieza a empapar.

Entre perlas y collares, entre hadas de blancas capas,
Entre cofres y tesoros, entre juegos y esmeraldas.

Entre ingrávidos paisajes, entre limpias y claras aguas.

Ahí está, míralo, es el diamante de dos caras.
Sólo la clara es la que vale, guárdala entre almohadas.

Qué dulce es el caminar, que sabrosos los frutos y el manjar,
Qué rubios son los cabellos, qué grande es el altar donde están.

Qué grande es su lecho, qué azul es su mirar.

Rubia es la brisa, brioso el corcel.
Qué bello es el sol, qué claro el amanecer.

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